El Conde, la nueva película del cineasta nacional Pablo Larraín, es parte de la competencia del Festival de Venecia y se encuentra pronta a su estreno en Chile el 7 septiembre.
Durante la premiere de la cinta en la instancia internacional, una comedia negra que imagina a Augusto Pinochet (Jaime Vadell) como un vampiro que vive recluido en una mansión en ruinas al sur del continente, el realizador chileno se refirió a la imagen del dictador.
“Cuando pensaba cómo abordar su maldad, de su impunidad surgió la idea de un vampiro y de la vida eterna”, expuso Larraín a Screendaily.
“Argentina, 1985, de Santiago Mitre [nominada al Oscar], es una película sobre la justicia y cómo ese país pudo seguir adelante porque había un acuerdo nacional de que esto nunca volvería a suceder y que esta gente debería ir a la cárcel”, agregó el cineasta nacional.
En base a lo anterior, Pablo Larraín reflexionó sobre la realidad chilena respecto al trato y los juicios de la dictadura cívico militar: “Nunca llevamos a Pinochet a juicio. Murió millonario y libre y esa falta de impunidad lo hizo eterno y ha roto a mi país”.